Ladrillos de ropa reciclada: otra alternativa para construir
Clarisse Merlet creó FabBrick, una fábrica de ladrillos muy particular: son aislantes térmicos y acústicos, resistentes al fuego y a la humedad, y hechos con ropa usada.
Merlet es conocida por su enfoque innovador y su compromiso con la integración de principios ecológicos en el diseño arquitectónico.
A raíz de eso, tras una exhaustiva investigación, recopiló información y analizó que más de 90 millones de toneladas de textiles son descartadas cada año, para crear un producto innovador y sostenible: FabBrick.
Por ejemplo, en Estados Unidos se desperdician más de 17 millones de toneladas de telas. Muy poca de esa ropa desechada se recoge para su reutilización o reciclaje, menos de un tercio en Francia, y un 15% en Estados Unidos.
Entonces: De que se trata FabBrick? Son ladrillos fabricados con piezas textiles usadas, desechadas, Estos ladrillos están compuestos por una mezcla de esos componentes reciclados, principalmente textiles y sus compuestos plásticos, es decir: algodón, poliester, Estos materiales se procesan y se combinan con un aglutinante para formar ladrillos que son tanto ligeros como resistentes.
El proceso de fabricación incluye la compresión y el secado de esta mezcla, resultando en ladrillos que tienen propiedades estructurales adecuadas para su uso en construcción. Este enfoque no solo aprovecha materiales reciclados, sino que también promueve la sostenibilidad y la reducción de desechos
Para fabricar estos ladrillos se puede usar cualquier tipo de tela, no sólo algodón, sino también poliéster, elastano y hasta PVC. Incluso Merlet ha hecho pruebas con el material de las mascarillas qirúrgicas.

Fabbrick aprovecha un recurso inesperado: la ropa triturada. La arquitecta adquiere este material en Normandía y lo combina con un adhesivo ecológico para crear ladrillos de construcción. Cada bloque representa el reciclaje de varias prendas (cada ladrillo está compuesto por tres remeras, por ejemplo), pero la empresa está interesada en explorar otras fuentes de textiles recuperados. El proceso de fabricación es sencillo y sostenible: los restos textiles se mezclan con el adhesivo y se compactan en moldes. Los bloques se secan al aire libre y están listos para su uso.
Usos actuales y potenciales:
- Construcción de muros: Su principal uso es como elemento constructivo para levantar muros tanto interiores como exteriores. La resistencia y durabilidad de estos ladrillos los hacen aptos para soportar cargas y crear estructuras sólidas.
- Aislamiento térmico y acústico: Al estar fabricados con un material poroso, estos ladrillos ofrecen un buen aislamiento térmico y acústico, lo que puede contribuir a reducir el consumo energético en edificios y mejorar la calidad de vida de los habitantes.
- Diseño arquitectónico: Su aspecto único y la posibilidad de personalizarlos con diferentes colores y texturas los hacen atractivos para arquitectos que buscan soluciones innovadoras y sostenibles para sus proyectos.
- Rehabilitación de edificios: Estos ladrillos pueden ser utilizados para rehabilitar edificios antiguos, ya que se adaptan fácilmente a diferentes tipos de estructuras y pueden contribuir a mejorar su eficiencia energética.
- Mobiliario y objetos decorativos: Algunas empresas exploran la posibilidad de utilizar estos ladrillos para fabricar muebles y objetos decorativos, aprovechando su aspecto artesanal y sostenible.
Ventajas de los ladrillos de ropa triturada:
- Sostenibilidad: Al reutilizar textiles que de otro modo serían desechados, se reduce la cantidad de residuos y se promueve la economía circular.
- Bajo impacto ambiental: El proceso de fabricación de estos ladrillos es menos energético y genera menos emisiones de CO2 en comparación con la producción de ladrillos tradicionales.
- Aislamiento térmico y acústico: Como se mencionó anteriormente, estos ladrillos contribuyen a mejorar el confort térmico y acústico de los edificios.
- Versatilidad: Se pueden utilizar en diferentes tipos de construcciones y adaptarse a diversos estilos arquitectónicos.

FabBRICK colabora con otras empresas para transformar sus residuos textiles. Su objetivo es crear conciencia sobre el valor del reciclaje de residuos y desafiar a las empresas a reducir sus residuos. Para lograr esto, FabBRICK toma los desechos textiles de estos negocios, los convierte en nuevos productos de diseño y los envía de regreso. Esto ayuda a las empresas a ver de primera mano la cantidad de residuos que generan cada año. El objetivo es hacer que la reducción de residuos sea más comprensible y fomentar cambios positivos en la forma en que las empresas manejan sus residuos. Con esta misión, FabBRICK continúa evolucionando desde sus etapas iniciales y cuenta con un amplio equipo colaborativo.
En palabras simples, FabBRICK es un ladrillo alternativo que no solo se usa como unidades independientes y paredes divisorias, sino también como componentes integrados en varios productos, como sillas y mesas. Aunque la forma de los productos finales varía, estos ladrillos se producen como resultado de un proceso meticulosamente detallado. El proceso comienza con la ropa desechada que llega a un estudio parisino para encontrar un nuevo propósito y cuidadosamente clasificada por color. Cada proyecto se convierte en una empresa de colaboración con el cliente, que selecciona entre un rango de aproximadamente diez tamaños y tonos diferentes. En particular, el estudio se abstiene de los métodos de teñido convencionales, basándose en los colores inherentes de los propios textiles.
La narrativa progresa a medida que los textiles se trituran, produciendo fibras en tres formas distintas – 7 mm, 20 mm y 40 mm – elegidas en función de los requisitos únicos de cada proyecto. Una fase crucial introduce la elaboración de pegamento 100% ecológico, meticulosamente mezclado a mano con las fibras para asegurar una densidad uniforme en cada ladrillo resultante.
El proceso continúa incorporando manualmente la mezcla de fibra de pegamento en una máquina patentada, activando un proceso de compresión de 30 minutos dentro del molde. Después de la producción, los ladrillos experimentan un período de secado del paciente de 10 a 15 días en el aire ambiente. Después del secado, los ladrillos continúan convirtiéndose en el producto deseado. Actualmente, FabBRICK ofrece servicios en diferentes modelos.
Frente a los problemas de producir una media de 4 millones de toneladas de residuos textiles cada año en Europa y solo el 32% de los productos textiles reciclados en el mercado francés, FabBRICK ofreció una solución para reintegrar estos residuos textiles en la vida cotidiana mediante la producción de ladrillos con un aglutinante ecológico. Con este enfoque, desde 2018, año en que se fundaron, han diseñado más de 40.000 ladrillos que representan 12 toneladas de textiles reciclados. Con el objetivo de difundir sus enfoques y productos, FabBRICK también ofrece servicios de talleres en línea con las demandas y necesidades. De esta manera, es posible seguir su producción diversificada aumentando y diversificando los perfiles y materiales de los clientes.
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Marcelo Feliú
Diseñador Gráfico / Web en Argentina y España. Analista de Datos. Fundador de Autozoom. Diseñador en Carfinder24.eu. Futbolista frustrado. Amante de la Renault 4 y los buenos autos
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